¿Qué son los ejercicios de Kegel y para qué se usan?

Es imposible que no hayas escuchado hablar de los ejercicios de Kegel y sus efectos positivos en el suelo pélvico. Este tipo de ejercicios servirán para tonificar, así como fortalecer los músculos y el tejido en la base de la pelvis. Tener un suelo pélvico fuerte ayudará no sólo a mejorar tu equilibrio, sino a ¡mejorar tu vida sexual!

Desde ayudar a aliviar disfunciones sexuales como la dispareunia, el vaginismo o la disfunción eréctil, hasta intensificar el orgasmo, los ejercicios de Kegel son una herramienta asombrosa por usar.

El suelo pélvico y su importancia en tu vida sexual

El suelo pélvico está compuesto por los músculos y el tejido en la base de la pelvis. Estos músculos son importantes para la calidad de la vida sexual tanto en mujeres como en hombres, y de hecho en ambos se puede ejercitar con las técnicas correctas.

Pero el problema es que no muchos comprenden el impacto que un suelo pélvico tonificado puede provocar en el bienestar sexual de una persona. En las mujeres los tejidos del suelo pélvico son los encargados de sostener a la vagina, la vejiga, la uretra, el útero y recto. Estos tejidos están ubicados desde el pubis hasta el coxis, y si bien los suelos pélvicos de mujeres y hombres, tienen algunas funciones en común, sus diferencias también son notorias.

Básicamente, los órganos que sostienen no son los mismos, porque el cuerpo de la mujer está diseñado para el parto. El suelo pélvico de la mujer se deteriora con el parto, por eso es tan importante estar consciente de su existencia y saber que se puede volver a tonificar.

Un suelo pélvico femenino tonificado podrá incrementar la sensibilidad durante el sexo, así como provocar que los orgasmos sean más prolongados e intensos. Ello porque las contracciones son más fuertes y duraderas.

En el caso de los hombres, su suelo pélvico comprende a su próstata, y todas las disfunciones relacionadas con éste derivan de ella. La próstata es una glándula que abraza a la uretra y se podrá encontrar bajo la vejiga.

La próstata se encarga de proteger a la vejiga de infecciones, y de también producir sustancias en el líquido seminal. Una próstata en buen estado, debería tener el tamaño de una nuez. Pero al irse degenerando con el tiempo, podría provocar infecciones urinarias o hasta una disfunción sexual.

Ejercicios de Kegel: la puerta al placer

Los ejercicios de Kegel son ejercicios encargados de devolver la tonificación a la musculatura perineal. Ellos tratan de movimientos hechos a voluntad en los que se contraen los músculos, y con su repetición continua, se podrá recuperar y mejorar la salud del suelo pélvico.

Estos ejercicios están indicados y pueden realizarse por todo tipo de mujeres. Desde aquella que nada más quieran mejorar su vida sexual e incrementar las sensaciones con mayor intensidad, hasta aquellas mujeres que están embarazadas, en postparto o en la menopausia. Épocas en las que se pierde naturalmente la tonificación en esa zona.

Con los ejercicios de Kegel se pueden tener relaciones sexuales más gratificantes para ambos sexos. Cuando las mujeres son capaces de controlar y trabajar su suelo pélvico, su lubricación y sensibilidad es mucho mejor. Al ser la fricción mayor a voluntad, la erección puede ser potenciada. Al igual que los hombres, si estos practican estos ejercicios, podrán aprender a cómo retrasar la eyaculación.

Los ejercicios de Kegel son la puerta a una vida sexual más gratificante, una que podría aumentar incluso la cantidad de veces que se tiene sexo. Mantener relaciones sexuales es saludable por sí solo para el suelo pélvico, pero tenerlas practicando a los ejercicios de Kegel con constancia será un doble beneficio.

Al tener sexo, la excitación y el orgasmo ayuda a incrementar la irrigación sanguínea que irá tonificando a los tejidos alrededor. Qué los músculos vayan sufriendo las contracciones rítmicas e involuntarias del orgasmo, es en sí mismo es una forma de ejercitarse.

El poder de los ejercicios de Kegel es tal, que contribuyen a la disminución de la abertura vaginal en caso de que esta se encuentre dilatada si se tuvo un parto traumático. También se sabe que, en casos de histerectomía, las mujeres pueden recuperar con su práctica usual el placer que muchas pierden por esta clase de procedimientos tan agresivos con su cuerpo.

¿Cómo hacer correctamente los ejercicios de Kegel?

A pesar de su popularidad y que cada vez se reconozcan más sus beneficios sobre la salud sexual, muchas mujeres hacen estos ejercicios de manera incorrecta. Ya sea por simple desconocimiento o falta de guía médica, ninguno debería ser un obstáculo permanente.

Para realizar ejercicios de Kegel no necesitas una recomendación médica, podrás realizarlos desde tu hogar sin inconvenientes. Sin embargo, es esencial que tomes en consideración una postura correcta, no bloquear tu respiración y saber identificar la musculatura localizada para evitar realizarlos de forma equivocada.

Mantener la postura correcta

Una de las grandes ventajas de los ejercicios de Kegel es que podrás realizarlos en casi cualquier postura que puedas imaginar. Podrán hacerse tumbados, sentados o de pie. Pueden realizarse en diversos momentos del día por esta razón, cuando se está descansando en la cama o hasta cuando se está sentada trabajando.

Lo principal de estos ejercicios es tener la pelvis en una posición neutra. Esta será una en la que no haya una anteversión, un arqueado más en la zona lumbar, tampoco debe haber una retroversión, disminución de la curvatura lumbar. El peso debe caer son los isquiones en una posición neutra de pelvis.

No bloquear la respiración

Es fundamental que durante la realización de los ejercicios de Kegel, la respiración no sea bloqueada. Bloquear la respiración mientras se hacen es contraproducente, lo más apropiado es contraer la musculatura durante el tiempo que exhalarás y relajar la musculatura cuando es tiempo de inhalar.

Deberías poder hablar cuándo contraes la musculatura perineal, esta es una señal de que los estás realizando bien. No deberías quedarte en apanea al momento de realizar estos ejercicios.

Saber identificar la musculatura localizada

También es fundamental que sepas identificar cuál es la musculatura de tu suelo pélvico. Contraer el suelo pélvico no es contraer tus glúteos, el abdomen o la parte interna de tus muslos. Al hacer esto, estarás haciendo más fuerza de la necesaria y no estarás logrando los resultados deseados.

Tienes que contraer los músculos perineales, mientras que el resto de los músculos deben estar relajados. Para saber cuáles son los músculos perineales, necesitas poner tus dedos sobre el periné y toser. La zona que sobre sale con este movimiento, son esos.

Otra forma de identificarlos es soplar un globo, nuevamente la zona del abdomen que sobresaldrá será esa. Del mismo modo, puedes intentar reproducir el movimiento que haces al momento de querer orinar. Esos músculos que sentirás moviéndose son los músculos del suelo pélvico.

4 pasos para hacer ejercicios de Kegel

Hacer ejercicios de Kegel es muy sencillo, pero necesitarás de concentración y dedicación. Estos son los pasos que tendrás que repetir para poder hacer los mismos:

Paso 1: Localiza tus músculos del suelo pélvico

Si ya sabes dónde están ubicados los músculos de tu suelo pélvico, tenlos en mente para enfocarte en movilizar únicamente esta zona de tu abdomen. También concéntrate en tu respiración, tendrás que respirar al contraer e inspirar al relajar.

Paso 2: Contrae tus músculos del suelo pélvico

Ahora realiza contracciones lentas o rápidas de estos músculos. Ambas formas son buenas opciones porque moverán fibras musculares distintas, pero deben realizarse con diferentes secuencias:

·       Contracciones rápidas: Contrae y relaja tu suelo pélvico con intervalos de un segundo. Es decir, tendrás que pasar un segundo contrayendo, y un segundo relajando.

·       Contracciones lentas: Contrae tu suelo pélvico durante tres segundos, después relaja de seis a nueve segundos, es decir, el doble o triple del tiempo en la relajación.

Paso 3: Sé constante en tu rutina

No verás cambios notorios si no eres disciplinada con estos ejercicios. Para notar cambios de seis a ocho semanas tendrás que hacer 10 repeticiones durante 3 veces al día. Estas pueden estar repartidas en la mañana, la tarde y la noche.

Paso 4: ¡Añade juguetes!

Por último, cuando te sientas preparada para aumentar la complejidad de los ejercicios de Kegel o quieras añadir otros elementos, puedes incorporar a tu rutina bolas chinas, pesas o conos vaginales. Las bolas chinas sirven para tonificar el suelo pélvico de forma involuntaria, mientras que las pesas, para hacerlo de forma voluntaria.

A medida que tu suelo pélvico esté más entrenado, más peso podrá soportar. Pasando así lo mismo que cuando estás en un gimnasio con pesas, comenzarás con las más ligeras e irás avanzando a más pesadas al ir ganando la resistencia necesaria.

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